un paletazo de buena voluntad

2011 fue un año deportivo muy productivo para Lorena Álvarez, pensando en que fue la primera mujer que se mezcló con los hombres para jugar entre semana y los tradicionales domingos en la cancha del Club Social y Deportivo Aarón Castellanos. No estoy haciendo una retrospectiva sino dando a conocer un poco su trayectoria que va logrando objetivos, como ella dice, no solo en su participación en los torneos sino en disfrutar el juego con sus compañeras. Y cuando dice compañeras se refiere a su pareja Mariana Mottura o con quien ganó el último torneo en Esperanza, Agustina Pruvost, o con quien le toque jugar. El tenis criollo tiene la particularidad de ser una gran familia en cualquier lugar donde se compita, y son pocos los que no pasan por ese tamiz de los amigos, tan importante y fundamental para la vida de un club y su relación en sociedad. Lorena habla de su “entendimiento” con la disciplina: “He conocido gente linda y buena en cada lugar que vamos, nos han recibido bien y en lo personal con los que más cómodos estamos es con los amigos de San Carlos, siempre muy buenos anfitriones. En cuanto al juego en sí, amo este deporte, lo llevo en la sangre y ojala muchos se den cuenta de las bondades del tenis criollo, para mí una pasión. Haber sido ternada en la Fiesta del Deporte fue maravilloso, tener un reconocimiento después de tantos años en las canchas fue único”. EL GRAN DESEO: “Quiero lo mejor para el club que nos cobija, porque es de todos, deseo que nuestro grupo siga tirando para el mismo lado, sin priorizar quién manda, quién hizo más o menos o quién se siente dueño del club. No debemos olvidarnos de jugar, disfrutar y sentir este deporte, porque entre todos pudimos lograr algunas cosas y posicionar el nombre de la institución y nuevamente el tenis en la región. Que todo sea para bien y deseo para mis compañeros y a los tenistas, un año lleno de alegría y felicidad y ¡que viva el tenis criollo!.